
La realidad de dos está en sus tardes
En las que tras un café se cambian besos
y entre abrazos y pieles que se tocan
se dan el alma entera sobre almohadas.
Y orgullosos y llenos de vicio entre los pliegues,
descansando entre bocas y embistes
saben que hay mucha gente que se muere
sin sentir lo que ellos sienten.
Y se agarran de nuevo el uno al otro,
y entre lenguas y roces se alimentan
y sacan a la tarde un par de horas
y se ríen del tiempo y la rutina.
La realidad de dos se queda en eso:
en la cama deshechalas velas consumidas.
En esperar paciente al otro día
en soñar con sus sexos
y recordar los besos y sus risas.
Hasta otro día amor. Hasta ese día
1 comentario:
En el vacío de mi espacio
descubro
que me faltas,
y aunque
odio las sorpresas
quisiera que llegaras
de golpe,
de improviso,
tú,
y no tu fotocopia,
sin rimmel,
sin labial,
sin aros,
y sin ropa,
porque ya no me aguanto
amor,
te echo de menos
o de más,
quién sabe.
Tu ausencia
es el Sahara
pero
sin
arena.
Publicar un comentario