Me gusta verte cuando no me miras,
tu cara serena logra apaciguarme,
tu expresión te lleva a caminos internos,
y a mi, a la duda de esos destinos.

Me gusta descifrar el jeroglífico de tu cara,
que transcriben gestos, mientras piensas…
¿Qué pasara por allí?, me pregunto,
mientras pestañeas y gesticulas algo.

Me gusta observarte insolentemente,
cuando no me percibes,
no quiero perderme ni un trazo de tus gestos.
Me hipnotizas cuando no me miras,
me atrae el silencio de tus ojos huecos.

Quedaras intacto en mi memoria activa,
mantendré tu expresión cuando te hayas ido,
guardare la mueca de tu cara inquieta y
los pensamientos que me envías, sin quererlo.

Solo cuando me miras cambias,
Se levantan tus parpados en cámara lenta,
te concentras en algo, te proyectas,
y ya no te veo, me veo…