Quisiera ser tu propio pensamiento,
la inseparable sombra que te siga
si no ya como amante, como amigo,
en sol, en luna, en luz de apartamento....
Quisiera ser el vaho de tu aliento,
la inquietud afectiva que te intriga,
de tu edificio, columnata y viga,
de tus heridas, oloroso ungüento.
Tanto quiero ser tuyo,
hacerte mía,
que dejaré mi espíritu vacío,
para que lo satures de tu esencia.
Remolca mi silueta en tu sendero,
sombra adherida a tu vagar ligero,
y absórbeme en tu piel y en tu existencia...
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