lunes, abril 07, 2008

mis otros yo...

El estatus en psicología es el papel que tenemos, en nuestras diferentes labores, nuestras caras más diversas.
Por ejemplo, una empresaria que es madre tiene varios estatus, el de madre, el de jefa, el de subordinada, el de amiga, el de esposa.
Son como nuestras caras varias para cada ocasión.
No nos ponemos la misma mascara ante nuestro marido que ante nuestro jefe. A ese rol, a ese papel o desempeño, se le dice estatus.
Cuando uno esta solo es cuando se saca todas las caretas, podemos mentirnos, pero por dentro sabemos perfectamente que nos mentimos.
Es como la utopía de querer tener dos cuerpos a la vez, de querer estar en dos sitios distintos a la vez, no estaremos en Roma y luego en Las vegas al mismo tiempo, pero podemos ser dos personas distintas, esencialmente no tanto, pero si lo suficiente como para convencer a quienes debemos de hacerlo y cumplimentar nuestro rol, de acuerdo a lo esperado.
Suena un poco falso, pero no lo es, solo que no nos expresamos, ni funcionamos de igual forma, en según donde nos hallemos.
Muchas veces he querido despojarme de las mascaras pero son necesarias, nos tapan un poco lo que sentimos, nos bloquean la realidad a medias, nos muestran eficientes, inteligentes, felices, cuando en realidad no lo somos, pero nuestro estatus lo requiere.
La sinceridad no existe, más que para nuestros adentros, he conocido gente que se jactaba de sinceridad y eran los que mas mascaras habían tenido, yo tengo muchas.
Lo único sincero que puedo hacer es sentir, decirlo es otra cosa, depende de nuestros intereses, de nuestra supervivencia, muchas veces.
No puedo engañar a mi corazón que siente, porque se siente o no se siente, no puedo ponerme mascaras cuando siento, no puedo tener estatus con mis adentros.
Soy consiente de mis mascaras, soy libre a veces, cuando quiero y no me importa lo que piense el otro, sin intereses, sin esperar nada a cambio, sin la mínima importancia del “qué dirán”
Cuanto estamos condicionados al pensar de la gente… que solo somos verdaderamente, cuando no nos interesa recibir nada a cambio, ni siquiera una palabra o pensamiento de aprobación, y experimentamos la mayor de las libertades, ser tal cual somos.

No hay comentarios:

un tango en italiano?, como yo