Vivir

Yo siempre lo dije,

vivir es como bailar un tango.
Sensual, desprevenido,

ajustado y traicionero.
Cada paso es una sorpresa,

la vida te las da.
Cuando crees que te caes,

sus brazos te levantan,
te da un giro inesperado

y vuelves a tropezar.
Quizás, te quedes sin aliento,

quizás desamparado,

pero un abrazo te llega

otra vez a levantar.
Cada vuelta es un remolino,

gira y gira sin parar.
Y al final…

termina suave como una caricia, un beso.
Cuando crees que el baile se termina,
un compás te arremolina,
y cuando crees que lo tienes acabado,
todo vuelve a comenzar.
Lo bueno de la vida es eso,

su paso inesperado,

y como al tango,
nunca la dejes de bailar.

Dedicado a mi amigo JJ,

gracias por compartir tus penas y alegrías,

por escucharme y ser parte de mi día hoy