lunes, mayo 26, 2008

Reirse de uno mismo

No hay pócima mas precisa y exacta para todos nuestros males, que reírse de uno mismo.
No existe en el mundo nada más sanador y prometedor que reírse de uno mismo.
No se ha inventado nada, para el ser humano, que lo acerque tanto al éxito, que reírse de uno mismo.
No hay base en donde se pueda comenzar a trabajar, si no es que la gente tiene que reírse de si mismo.
Si has perdido esta capacidad, que nos acompaña desde que éramos niños, estas verdaderamente perdido.
Si has oscurecido esta bendita habilidad, pues… nada puede quedar de ti, más que un amargado y un deshecho humano.
Quién puede disfrutarse, aceptarse, perdonarse los errores, ser feliz consigo mismo, si no se permite reírse con él mismo.
Si todo comienza en casa, imagínate si no puedes reírte de ti mismo… con quién podrás sino, a quién aceptaras sino, si todos los seres humanos tenemos defectos, cómo podrás mantener una compañía, si ni siquiera te soportas a ti mismo????
Es muy sencillo comienza pensando en cosas que te han hecho sentir tonto, apuntalas, luego léelas y sencillamente ríete.
Comenzare a apuntar cosas en que me han hecho sentir tonta, ya veras que sencillo es.
1-yo vivía sola en Bs As, tenia un gato precioso, se llama Miki, aún está vivo, lo he dejado con una loca como yo, amante de los gatos.
El gatito creció y creció y salía de juerga todas las noches, trayendo a sus amigotes a casa, no eran unos tenores, pero cantaban toda la noche, maullando como locos, después comenzó a orinarme los muebles, marcando el territorio, y yo casi me muero de la desesperación.
Sin dudar, lleve a mi amado gato a un veterinario, para que lo castraran, pero me daba un pánico fatal, pensar que mi gatito y único compañero de casa, podría pasarla mal en la operación y le caiga mal la anestesia y se muera…
A penas llegue al veterinario, ya con la hora para la operación, le pedí al veterinario que me deje estar en la sala de operaciones, sosteniéndole la patita a mi amado gato.
El veterinario accedió, viendo mi cara de desconsuelo, y le pedí por favor que le aplique anestesia local al gato.
No se imaginan la cara que me puso el hombre cuando le dije eso, me dijo que si, pero que mientras él intentaba castrar al gato, yo lo tuviera para que no lo muerda a él, se escape, lo arañe, o peor, se vaya corriendo y muera desangrado por la calle….
En ese momento me sentí fatal, como una perfecta idiota, así me hizo sentir el veterinario.
Ven?, hoy lo leo y es para reírse un laaaaargo rato, aunque en su momento me hubiera gustado meter la cabeza dentro de algo.

2-otro... estaba con quien era mi novio en aquel momento, y cuando salia de la casa de mi novio, con este, paso un hombre y se paro a hablar con mi novio.
Mi novio me lo presento y me dijo que era el padre Ariel, yo me quede con eso y con lo agradable que era aquel hombre.
Pasaron las semanas y llego el cumple de mi novio, invitó a mucha gente, entre ellos a aquel señor tan amable, y cuando lo vi, inmediatamente le dije: que tal esta su hijo Ariel???, huvo un silencio infernal, todos me miraron con la boca abierta y los que estaban comiendo dejaron de masticar, yo mire de reojos al resto de la gente y trate de mantener mi sonrisa y mi naturalidad.
Mi novio en aquel momento dijo, es que ella no lo conoce... y rojo como una manzana, me susurro al oido: "este es el padre Ariel, no el padre de Ariel, es el cura del barrio!!!! tonta!
En ese instante senti que se paraban los pelos de la nuca, pero ahora puedo reirme de ello.

Pero estas son sólo dos, en realidad yo tengo más, muchas más cosas de que reirme, gracias a Dios...

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un tango en italiano?, como yo